UNO
Estados Unidos ha sido (y lo sigue siendo) líder en vulneraciones de derechos humanos. Prácticamente, no hay país del mundo que no haya sentido sus sucias e imperiales garras; incluso, en su propio país, los inquilinos de la Casa Blanca han hecho más de lo mismo con gran parte de la población que gobiernan. De Reino Unido podríamos decir algo muy parecido. Sin embargo, ambos países de empeñan en enarbolar la bandera de derechos humanos que, como ha quedado dicho, lejos de defenderlos los pisotean.
En este contexto, decir que Yemen ha denunciado a Estados Unidos y al Reino Unido por criticar las recientes condenas a muerte impuestas a 17 personas condenadas por espionaje, calificando las declaraciones de “injerencia flagrante e inaceptable” en los asuntos judiciales del país.
El Ministerio de Asuntos Exteriores insistió en que el poder judicial opera de forma independiente, argumentando que las condenas implicaban redes de espionaje que trabajaban para Estados Unidos, el Reino Unido, Arabia Saudí e Israel. Yemen también acusó a Estados Unidos de falta de credibilidad en materia de derechos humanos, citando su apoyo a las acciones israelíes en Gaza.
DOS
El Tribunal Penal Especializado de Saná condenó a muerte a los 17 individuos tras declararlos culpables de reclutar a otros, instalar dispositivos de vigilancia y proporcionar información sobre emplazamientos de misiles, depósitos de almacenamiento y altos funcionarios. El tribunal declaró que sus actividades facilitaron ataques contra objetivos militares, de seguridad y civiles, causando numerosas muertes y destrucción. Otros dos acusados fueron condenados a 10 años de prisión y uno fue absuelto.
Las autoridades de Yemen vincularon la red de espionaje a una operación conjunta del Mossad de Israel, la CIA y la inteligencia saudí, alegando que los reclutas fueron entrenados en territorio saudí y equipados con comunicaciones cifradas y herramientas de vigilancia.
El gobierno vinculó las actividades del grupo con las operaciones de Yemen en apoyo a Gaza, que han cesado gracias a un frágil alto el fuego. Mientras tanto, Yemen acusó a Estados Unidos e Israel de llevar a cabo ataques aéreos letales en violación del derecho internacional.
