Como era de esperar, los buitres imperialistas, en este caso concreto con alas y plumaje de la Unión Europea (UE), ya han comenzado a sobrevolar en el cielo de la Franja de Gaza. Veamos en qué consiste este planeo.
Sucede que la UE impulsó ayer, jueves, las reformas dentro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) al acoger a 60 delegaciones en Bruselas para debatir la reconstrucción y la gobernanza de Gaza tras el plan de “paz” negociado por Estados Unidos.
La comisaria europea para el Mediterráneo, Dubravka Suica, expresó: “Nuestro objetivo es fortalecer la gobernanza, construir una economía más resiliente, estabilizar las finanzas, mejorar los servicios para la población y crear las condiciones para una gobernanza eficaz en el futuro en todos los territorios”. Evidentemente miente, su objetivo no es otro muy distinto; el bienestar de la población (no olvidemos que sometida) le trae sin cuidado; lo hemos podido comprobar durante todo este tiempo, fundamentalmente en los dos años.
Transcendió que, como parte de estas iniciativas, varios países de la UE prometieron contribuciones superiores a 80 millones de euros (92 millones de dólares), que forman parte de un apoyo más amplio por un total aproximado de 1.600 millones de euros durante tres años que ya se había anunciado.
Y ahí mismo la señora comisaria Suica se descubrió: “Nuestro apoyo financiero está vinculado a la agenda de reformas de la Autoridad Nacional Palestina, que, por supuesto, se comprometieron a implementar”. Es decir, a la entrega incondicional, mediante el condicionamiento político, de la gobernanza del territorio palestino.
La Autoridad Nacional Palestina se comprometió a ello, dice. Nada que sorprenda, presidida por Mahmoud Abbas, la ANP hace años que ejerce de cipaya.
