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Hace 50 años comenzó la “Operación Carlota”, admirable campaña internacionalista de Cuba en África

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Hace 50 años comenzó la “Operación Carlota”, admirable campaña internacionalista de Cuba en África

El 4 de noviembre de 1975 comenzó la “Operación Carlota”, que fue la asistencia militar cubana, la campaña internacionalista más prolongada y exitosa de Cuba revolucionaria en África; concretamente en Angola.

El nombre de la operación (Carlota) fue un homenaje a la enorme cantidad de esclavos que murieron durante las primeras insurrecciones en Cuba, y se debe a una mujer lucumí de la dotación del ingenio Triunvirato de Matanzas, que en 1843 encabezó uno de los muchos alzamientos contra la esclavitud. Carlota ofrendó la vida en el empeño.

La Revolución Cubana no sólo se consagró a su propia defensa —ahí tenemos el caso de Playa Larga y Playa Girón, donde en abril de 1961 y en sólo 66 horas, el Ejército Rebelde y las Milicias liquidaron la invasión mercenaria apoyada y financiada por el gobierno de los Estados Unidos—, también se dedicó a prestar ayuda —siempre altruista— a infinidad de causas justas en numerosos países de África y de América Latina.

Por la República Popular de Angola, en el transcurso de los casi dieciséis años que duró la “Operación Carlota” [1], llegaron a pasar 377.033 combatientes cubanos. Esta nación, presidida entonces por el dirigente del Movimiento Popular para la Liberación de Angola —MPLA—, Agostinho Neto, solicitó la ayuda cubana para defender su soberanía frente a la agresión sudafricana. Agresión invasora que estaba apoyada por la contrarrevolución interna y la ayuda espiritual y material de Estados Unidos. Los yanquis —siempre tan deshumanizados— suministraron, a través de Sudáfrica, infinidad de armamento a la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola —UNITA—, organización liderada por Jonas Savimbi que arrasaba aldeas enteras y asesinó a cientos de miles de civiles, incluyendo mujeres y niños. El Frente Nacional para la Liberación de Angola —FNLA—, cuyo mercenario dirigente era Holden Roberto, también recibió ayuda norteamericana y actuaba de idéntica manera.

Estados Unidos sabía perfectamente, además, puesto que ellos las suministraron a través de Israel, que el régimen fascista y racista de Sudáfrica contaba con la posesión de siete armas nucleares similares a las que ellos lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki. Con la esperanza, quizá, de que hicieran uso de ellas contra las tropas cubano-angolanas, el imperialista gobierno no dijo nada.

No está de más recordar que, con esta misión internacionalista, Cuba contribuyó de manera decisiva a rechazar las embestidas bélicas del enemigo externo, a que la ONU aprobara —mediante la aplicación de la resolución 435— la independencia de Namibia —última colonia del África negra— por la que tanto luchó la Organización del Pueblo de África Sudoccidental —SWAPO—, a la liberación de Zimbabwe… y a que se derrumbase el Apartheid en Sudáfrica y se “rompieran” los cerrojos que mantuvieron encarcelados por más de un cuarto de siglo a Nelson Mandela y a otros compañeros del Congreso Nacional Africano —ANC.

El compañero Fidel definió muy bien el carácter desinteresado de la intervención cubana, diciendo que, una vez cumplida la misión que les llevó a tierras tan lejanas, las fuerzas internacionalistas se retiraron sin llevarse otra cosa del África que los restos de sus compañeras y compañeros caídos —2.085 cumpliendo misiones militares y otros 204 en tareas civiles—; mientras que los principales países capitalistas tenían importantes inversiones e intercambiaban miles de millones de dólares cada año comerciando con el régimen racista.

El 10 de enero de 1989, cuando en gesto de buena voluntad Cuba adelantaba el regreso de 3.000 combatientes —antes de la fecha acordada con las Naciones Unidas, el primero de abril de 1989—, un hervidero de niños, mujeres y hombres salieron a las calles con emocionado semblante —y abundantes lágrimas— para despedirles y agradecerles la ayuda prestada.

  • Para profundizar en el internacionalismo cubano en África leer este texto en su totalidad:

PACO AZANZA TELLETXIKI. Operación Tributo: Resumen del internacionalismo de Cuba en África

 

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