A la señora Sara Netanyahu le preocupa más que a su marido le juzguen por corrupto que por genocida. Y es que sabe que con la impunidad con la que goza en los organismos internacionales (todos supeditados a las necesidades del gobierno imperialista yanqui y, por ende, a las de Israel) en el mundo está a salvo. Sin embargo, en su país podría salir negativamente afectado por sus corruptelas.
Es en este contexto que, según el diario israelí Haaretz, Sara Netanyahu presionó a los ministros del Likud para que firmaran una carta instando al presidente de Israel, Isaac Herzog, a retirar los cargos criminales contra su marido, el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Al parecer, la Corporación de Radiodifusión Pública de Israel (KAN) informó el miércoles que durante la semana pasada, la citada señora se acercó personalmente a varios ministros que inicialmente se habían negado a firmar la carta, que fue iniciada por la ministra de Medio Ambiente Idit Silman y publicada el domingo, diciéndoles que ahora era el momento adecuado.
Sara Netanyahu habría dicho a los ministros que debatían si firmar o no: “Trump también lo solicitó; es importante para nosotros. De todas formas, los casos son inventados y no se conseguirá nada con ellos. Terminemos con esto de una vez”.
Debió convencerles, pues todos los ministros del Likud firmaron la carta.
