El asalto realizado por el ejército y las fuerzas de inteligencia israelíes a las oficinas de la Federación General Palestina de Sindicatos (PGFTU) en Nablus, en la Cisjordania ocupada, el miércoles por la noche, se suma a las operaciones y asesinatos sionistas desde la firma de un acuerdo de «paz».
Durante el asalto, las oficinas del secretario general y varios otros departamentos fueron saqueadas y vandalizadas, y las puertas de entrada de todos los locales fueron rotas.
El Secretario General de la CSI, Luc Triangle, denunció la operación israelí: “Este ataque, que tiene lugar en territorio palestino, constituye una grave violación del derecho internacional y del derecho fundamental a la libertad sindical.
Es un ataque a una institución legítima, democrática y representativa de los trabajadores. Los sindicatos son una fuerza para la paz, el diálogo y la negociación. No son objetivos militares.
“Exigimos una investigación inmediata, independiente y transparente sobre este incidente y que los responsables rindan cuentas plenamente.