La situación de los principales fabricantes de automóviles en Europa no mejora. A los 54.000 puestos de trabajo destruidos a lo largo del 2024 se le suman otros 20.600, tal como anunciaran esta semana las empresas alemanas Bosch y ZF Friedrichshafen.
El jueves pasado fue la empresa Bosch quien anunció la supresión de 13.000 empleos hasta 2030 en las principales fábricas de Alemania, que se añaden a los ya 9.000 puestos destruidos en 2024.
Ayer, fue ZF Friedrichshafen la que se sumó a la tendencia del sector, confirmando 7.600 despidos en su división de coches eléctricos en los próximos 5 años, lo que representa una cuarta parte de su fuerza laboral.
La Patronal CLEPA (Asociación Europea de Proveedores de Automoción) señala la baja demanda como el principal lastre del sector y anuncia que no será suficiente con los despidos, también será necesario congelar los salarios y reducir la jornada laboral en las plantas de Alemania.