El presidente argentino, Javier Milei se acercó a lomas de Zamora, distrito de Buenos Aires, con fines proselitista, pero no fue bien recibido, o al menos eso parece, pues lo recibieron con abucheos y hasta a pedradas. Ante el fracaso absoluto de su provocadora visita, el fascista y actual inquilino de la Casa Rosada se vio obligado, tan “valiente” como dicen que es, cual rata de alcantarilla.
Sucedió ayer, miércoles, en un momento marcado por presuntos sobornos en su entorno (más que presuntos, muy probablemente) y en un distrito clave de la Tercera Sección Electoral en la provincia de Buenos Aires.
Decenas de vecinos que lo obligaron a retirarse del lugar, en medio del creciente malestar social por las políticas de ajuste y el reciente escándalo de sobornos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).
El presidente fascista y sus acompañantes circulaban por las calles a bordo de la parte trasera descubierta de una camioneta, acompañados por sus seguidores, cuando se encontraron con una contramanifestación, lo que provocó su humillante huida.
